Y un día, una persona a la que adoro (en adelante el moreno), me regaló un libro...pero no un libro cualquiera...hasta el momento y para mí, EL LIBRO.
Hizo llegar hasta mis manos un paquete de María Lunarillos, y cuando lo vi, por mi cabeza pasó cualquier cosa (moldes, fondant, cortadores....), incluso me plantee que había encargado algo y no me acordaba! Pero no caí en que podía ser el libro de Peggy Porschen!!!! Síiii!!!!!!!!!!!!Por fin era mío y además en castellano!!!! wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!! Felicidad!
En el trayecto del autobus (unos 15 minutos) lo vi entero, y decidí inmediatamente lo que iba a hacer. El pastel de bayas, pero claro, como no tenía bayas, pues...claro, FRESAS!!!!
El problema de este regalo, es que moría viendo la foto de los pasteles e imaginando su sabor, pero sabía que si yo lo hacía, no lo probaría...pero por quéeee????¿¿¿Por qué soy incapaz de comer mis dulces??? No sé que me pasa pero todo el mundo los devora, pero yo, se ve que me canso de verlos que no hay manera...Pero claro, primero vi la perfección de los bizcochos, después sentí el olor y la perfecta textura de la cobertura, y por supuesto imaginé las fresas con nata....lo probé.
Lo llevé a la cena a la que iba dirigido y traje lo poco que quedó, con la excusa de que era para "el moreno"...y nunca más se separó de mí!!!!!LO DEVORÉ ENTERO!!!Ñammm!
Así que esta receta es una adaptación de la receta del Pastel de Bayas de Peggy Porschen, perfecto, suave, esponjoso y con un sabor...puff...que sabor...
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
-200 g de mantequilla a temperatura ambiente
-200 g de azúcar blanquilla
-200 g de harina de trigo
-Una pizca de sal (si, pizca de pellizco, no más!)
-Una cucharadita de extracto de vainilla (el original requiere semillas de vainilla)
-4 huevos talla L
-1 sobre y medio de levadura tipo Royal
Precalentamos el horno a 175º. Forramos la base del molde con papel vegetal. Es mejor preparar el bizcocho en 3 veces o con 3 moldes diferentes del mismo tamaño.
Colocamos la mantequilla, el azucar, la sal y la cucharadita de vainilla en un bol y batimos a velocidad media. Dejamos cuando estén integrados. En otro bol batimos los huevos y añadimos poco a poco la preparación del bol anterior (la de mantequilla). Puede pasar (a mi me pasó), que como bien dice Peggy parezca que la mezcla no se une, y se corta. Entonces con echar una cucharada o dos de harina y seguir batiendo, es suficiente para que se ligue de nuevo. Continuamos batiendo a velocidad media alta y cuando esté todo integrado, echamos la harina bien tamizada. No os preocupéis si veis que la mezcla es más similar a cuando hacéis la masa de las galletas que a la de un bizcocho normal. Mis bizcochos normalmente son líquidos casi de la textura del ketchup sin embargo esta mezcla es bastante densa y para colocarlo en el molde hay que hacer uso de la paleta.
Dividimos la mezcla en tres partes equitativas (yo lo hago haciendo uso de 3 platos) e introducimos en el horno de 15 a 20 minutos. Estará listo cuando los bordes se separen ligeramente del molde.
Para el almíbar
-150 g de azúcar blanquilla
-150 ml de agua
-1 tapón de extracto de vainilla
Calentamos en un cazo el agua con el azúcar. Llevamos a ebullición y añadimos el extracto. Cuando se deshaga el azúcar, retiramos del fuego. Pinchamos los bizcochos con un palillo y los pintamos con el almíbar.
Para el relleno:
-100 ml de nata montada
-4 cucharadas de fresas picadas
-1/2 cucharadita de cremor tártaro
-3 cucharadas de azúcar blanquilla
Antes de comenzar a montar, introducimos durante 30 minutos el bol y las barillas de la batidora que vayamos a utilizar en el congelador. La nata en el frigorífico.
Comenzamos a montar la nata y cuando comience a dibujarse la barilla añadimos el azucar, una vez integrada, añadimos el cremor tártaro.
Cuando esté montada bien dura añadimos las fresas y mezclamos mediante movimientos envolventes.
Para la cobertura del pastel:
-250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
-250 g de azúcar glassé tamizado
-1 pizca de sal
-4 cucharadas de fresas trituradas
-4 cucharadas soperas de leche
En un bol mezclamos todos los ingredientes excepto la leche y las fresas a velocidad media/alta. Una vez quede la mezcla esponjosa y blanquecina, añadimos las fresas picadas y continuamos batiendo. La mezcla queda muy densa, por tanto yo añadí leche, aunque esto no es parte de la receta original. Cuando esté bien integrado estará listo. Cubrimos el pastel y alisamos con una paleta mojada previamente con agua caliente.
Decoración del pastel:
-1 cucharada sopera de cacao en polvo Valor
Con una plantilla para pasteles (la mía era preciosísima de mariposas), la colocamos encima del pastel, y le vamos dando golpecitos a la cucharada hasta que rellenemos todo el dibujo. Tapamos bien los huecos y levantamos la plantilla. Y queda así de preciosa!!!
Superior, superior y riquísimo! Adoro este pastel!!! Y ya no me queda!!!!
Un besín! Y recuerda: HAVE A CUPCAKE DAY!!!
Clara
